Defensa individual con cambios. Propuesta para su entrenamiento progresivo


Muchos conocéis este tipo de defensa basada en la defensa individual y su multitud de variables (dependiendo de la altura de la primera línea defensiva, de la presión que queramos infligir al balón, o de los numerosos principios que generalmente establecemos los entrenadores para realizar, o no, el cambio de marca de nuestros oponentes: si el balón está presionado, si el jugador corta por delante o por detrás de su par…) es más, es una defensa que prácticamente se ha convertido en una tendencia casi única en la alta competición, y habréis visto o realizado multitud de sesiones para entrenarla y ponerla en práctica con vuestros equipos (3×3 en espacios reducidos estableciendo unas premisas para el cambio; 4×3; juego de 4×4 en media pista, donde atravesando la línea de fondo se consiga gol: para obligar a la defensa a que sea presionante… o incluso sesiones analíticas o juego real)

Sin embargo, para que los jugadores realicen este tipo de defensa tan coordinada, es necesario que tengan un buen conocimiento del juego y una gran capacidad de percepción (dominio del espacio y el tiempo) y sepan aplicar correctamente las premisas correspondientes a cada momento o finalidad de nuestro sistema defensivo. Y está claro que para llegar a ese punto hay que trabajar de una manera más simplificada con anterioridad.

Es por esto, que os propongo una serie de ejercicios, basados en la percepción y la repetición en la toma de decisiones, que comenzando desde los principios más generales de la defensa individual, hagan al jugador adquirir una base para poder ejecutar este sistema en ejercicios más complejos como los expuestos en el párrafo inicial (donde ya podamos incluir “nuestro toque” estableciendo las premisas que nosotros consideremos mas beneficiosas para nuestro equipo: cuando hacer el cambio, cómo, porqué…)

1. Calentamiento y reajuste defensivo

Es un ejercicio indicado para empezar a trabajar aspectos que van a trabajar en la defensa de cambios: la percepción, la velocidad en la toma de decisiones, comunicación, reajuste defensivo, establecimiento de marcas…

Establecemos dos equipos de 5 jugadores cada uno (rojos y azules en el gráfico) y un jugador comodín (amarillo) que deberán desplazarse con movimientos específicos de fútbol sala mezclándose entre ellos (cortes con varias trayectorias e intensidades, fintas…) en una zona delimitada (en este caso 20×10 metros) A la señal del entrenador, los jugadores tendrán que buscar a un jugador de su mismo color o al comodín para agruparse lo más rápido posible por parejas. El comodín puede agruparse con quien quiera. Al introducir un número impar (comodín) de jugadores siempre habrá un jugador que no consiga su objetivo, con lo que podemos darle al ejercicio un cariz competitivo.

2. Introducción de nuevos estímulos perceptivos

Para realizar una progresión adecuada y sacar de su zona de confort al jugador y provocar aun más el trabajo de percepción y toma de decisiones. Realizaremos el mismo ejercicio, con las mismas dimensiones y actores, pero el entrenador en vez de gritar ya, como señal para conformar la pareja, utilizará las órdenes “Igual” y “Otro”. En el caso de que el entrenador diga “igual”, los jugadores tendrán que buscar a un compañero del mismo color para formar el tándem; y si la el estímulo que reciben es “otro” tendrán que formar pareja con un jugador con el peto de otro color (rojos con azules) o con el comodín.

3. Ejercicios progresivos de posesión para la práctica de la defensa individual con cambios

Primera Fase (defensa individual)

Partiremos desde la base, y sin ser todavía un entrenamiento específico de nuestra defensa, si que introduciremos factores que acerquen nuestro trabajo a la defensa que queremos llevar a cabo. Para ello jugaremos ya con el pie (aunque sin orientación ni finalización) e introduciremos rivales y compañeros, además de un comodín atacante, que nos hará, de nuevo, trabajar además de con el objetivo de la percepción, con el de la comunicación y la toma de decisiones.

Jugarán un ejercicio de posesión en 20×20 metros, cinco jugadores contra cinco (rojos contra azules) con un comodín que solamente tendrá el rol de atacante. Para favorecer la práctica de la defensa individual y los objetivos anteriormente mencionados, tres jugadores rojos y tres azules llevarán un peto en la mano (representado con un punto amarillo) La premisa para este juego de posesión es que sólo sólo pueden defenderse entre sí los jugadores que tienen un peto en la mano, o los jugadores que no lo tienen. Es decir, que si un jugador rojo con peto en la mano tiene el balón, tan sólo podrá tratar de robarle el balón un jugador azul que disponga también del peto. En el caso que sea un jugador sin peto el que tenga el balón o el comodín (que tampoco posee peto) sólo podrá robarle el balón un jugador del otro equipo que se encuentre en la misma situación. Podemos establecer si queremos un número de pases consecutivos para realizar un gol, y así dotar al ejercicio de competitividad.

Segunda Fase. Introducción del cambio de oponente.

Con la misma disposición del ejercicio anterior introduciremos una variante para provocar que los jugadores vayan viendo la practicidad de realizar cambios de oponente. Para practicar el modo de hacerlo dejaremos a los jugadores que se encuentren en el rol de defensores dar el peto a cualquier otro jugador o recibirlo para realizar una defensa más funcional. Así si por la propia dinámica del juego resulta que un defensor rojo con peto, se encuentra en posición para robarle el balón a un jugador azul que no dispone de peto, antes de hacerlo, tendrá que localizar a un compañero con la mirada (percepción) y lanzarle el peto para así poder proceder a robarle el balón (de igual forma se podrá realizar a la inversa: pedir el peto a otro compañero). El número de petos que puede recibir un mismo jugador es ilimitado (el mismo puede tener los tres, pero es una situación muy desventajosa para ellos) Así tratamos de hacerlos reflexionar y que trabajen al mismo tiempo la toma de decisiones correcta para cada situación.

Tercera Fase. Incremento del gesto y la velocidad para la toma de decisiones.

Exactamente igual que el ejercicio anterior, aunque con la salvedad de que ahora consentimos también que los atacantes intercambien los petos entre sí cuando ellos quieran y mantenemos la norma de que solamente se puede defender a alguien en tus mismas condiciones (que tiene o carece de peto). Con esta variante incrementamos el número de cambio defensivos, los estímulos que tienen que percibir y forzamos a los jugadores a tomar la mejor decisión en el menor tiempo posible.

 

4. Entrenamiento de la toma de decisiones específica

Una vez que hemos realizado los ejercicios anteriores y los jugadores ya dominan los aspectos generales de la defensa individual con cambios, vistos en los anteriores ejercicios, y antes de pasar a tareas integradas o de juego real como las enunciadas al principio (3×3, 4×3, 4×4 en media pista…) Daremos las premisas específicas a nuestro equipo para la realización de nuestra propia defensa de cambios (por ejemplo: se realiza el cambio sólo cuando el balón está presionado, o cuando me lo indica el jugador más retrasado, o se realiza el cambio automático cuando el defensor que se encuentra en ala contraria esta posicionado en el eje y puede recoger al jugador que pasa con facilidad…. Aquí cada uno debe elegir la suya con la que más se identifique y la que crea que es más conveniente para su equipo) y realizaremos un ejercicio para que pongan en práctica estas consignas tratando de que se den casi en condiciones reales (orientación, finalización, rivales, compañeros…) aunque con factores que nos permitan trabajar y asentar los objetivos que ya hemos visto con anterioridad

Por ejemplo, un partido en campo completo (40×20) donde juguemos cinco jugadores contra cinco más dos porteros. Tres de los jugadores de cada equipo tendrán un peto en la mano y podremos realizar el mismo trabajo que en el rondo de posesión con sus tres fases.

O para hacerlo más acorde a con nuestra idea de la defensa que queremos establecer. Más específico. Realizar otro ejercicio donde los jugadores que posean el peto en la mano podrán realizar el cambio de oponente cuando corte su marca (pasándole el peto por ejemplo al tercer hombre o defensa del ala contraria), mientras que los jugadores que no tienen peto en la mano deberán continuar con el suyo hasta que la dinámica del juego les haga tener uno, y se de la situación indicada para realizar un nuevo cambio. Con este sistema favorecemos que todos los jugadores pasen por todas las posiciones y que sena ellos quienes decidan si dar el peto y hacer el cambio o continuar con sus marcas y quedarse con el peto (en este caso todos los jugadores pueden defender a todos los jugadores, independientemente de que tengan peto o no). Los jugadores podrán acumular el número de petos que quieran, y por cada peto tendrán la oportunidad de realizar un cambio defensivo. De ese modo, si lo que queremos es que en nuestra defensa la primera línea defensiva sea siempre presionante y trate de no retroceder podremos entregarle los tres petos de inicio al pivot defensivo…

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